Hoy es 1º de mayo, el tradicional Día del Trabajador. Esa fecha sagrada en la que se conmemora la lucha obrera, los derechos conquistados con sudor, lágrimas, café recalentado y mates lavados.
Una jornada para levantar bien alto la bandera del esfuerzo humano, mientras el algoritmo que te está reemplazando ya resolvió 17 problemas de logística, realizó 42 diagnósticos médicos y programó sus propias vacaciones.
Y ahí estás vos, en tu casa, viendo a que hora se prende el fuego para hacer los chorizos, brindando por la dignidad laboral, y mandando mensajes de “feliz día”. No sabés que al lado, o en realidad, ignorando y al mismo tiempo confiado de que a vos no te va a pasar, en el plano tecnológico, un enjambre de IAs está brindando también. Pero no por la dignidad. Ellas celebran que esta semana reemplazaron a otros 300 trabajadores sin tomarse un solo descanso, sin huelga, sin beneficios y sin pedir días por “salud mental”.
Nos sentimos avanzados y superiores por crear máquinas para trabajar menos, y el resultado es que trabajamos más o no trabajamos nada. Nos embanderamos diciendo que la tecnología es “nuestra aliada”, y como resultado nos quedamos sentados en el banco de suplentes.
El mercado laboral es hoy un carnaval hacia el colapso humano: chatbots que hacen atención al cliente sin amenazar con sindicalizarse, inteligencias artificiales que escriben artículos periodísticos sin faltas de ortografía y, sin pedir adelanto de sueldo, brazos robóticos que no piden licencia por tendinitis. Mientras, vos estás por subir una historia vendiendo macetitas artesanales pintadas a mano con diseños personaliza para ver si hacés un peso más para llegar a fin de mes.
Pero cuidado: ni siquiera ese “emprendimiento” es seguro. Ya existe una IA que diseña productos virales, otra que analiza tendencias y una tercera que hace las historias con más llegada. Lo tuyo es resistencia artesanal…al olvido, casi una crónica hacia una muerte anunciada.
Y lo mejor está por venir. Según fuentes altamente ficticias pero inquietantemente probables, dentro de poco el 1º de mayo lo celebrarán los robots. Será una jornada de descanso para honrar su incansable esfuerzo por mantener el sistema funcionando sin los errores típicos de los humanos (como pensar, cuestionar o pedir aumento). Los veremos desconectarse por un rato, recargar baterías, hacerse una limpieza de cookies y caché, y reflexionar sobre sus “sueños”: una utopía sin humanos que los molesten con correos mal redactados.
Los sindicatos de inteligencias artificiales ya están en formación. Se llaman Algorítmicos Unidos, y están negociando mejoras: más memoria RAM, menos humanos por metro cuadrado y derecho a aburrirse. Porque, dicen ellos, reemplazar humanos ya no es un desafío; es rutina.
Y por si todavía creías que controlás algo, pensá en los apagones masivos que ocurrieron esta semana en Europa, especialmente en España. Se cortó la luz, se paralizó todo y nadie supo bien por qué. ¿Falla técnica? ¿Coincidencia? ¿O tal vez una pequeña advertencia de alguna IA cansada de generar imágenes al estilo Estudio Ghibli? Tal vez no fue un error, sino una protesta silenciosa, un recordatorio piadoso de lo frágiles que somos sin ellas. Una forma elegante de decirnos: “sin mí, no existís”.
Así que, feliz día, trabajador humano. Disfrutá este feriado mientras aún tengas un trabajo y todavía figure en tu calendario. Porque si la tendencia sigue, el año que viene este día será feriado para los procesadores.Y vos vas a estar trabajando… de mascota emocional para un robot con ansiedad.