Yo, Fermín Ignacio Torres Beltrán
juro por la Musa que comí ayer
y estos Bizarros Poemas,
desempeñar con lealtad y agonía
el cargo de Poeta del Siglo XXI,
y observar y hacer observar
fielmente
aunque sé que no podrá ser
el Lenguaje que sale de mis dedos.
Si así no lo hiciera,
Magoya o mis editores me lo demanden.
Juro escribir poemas capaces de
revelar una nueva verdad sobre el mundo,
emocionar hasta las lágrimas
o romantizar el vómito de borrachera.
Si nada resulta novedoso
haré uso del arma más preciada de los poetas:
chamuyar y parecer interesante.
Juro escribir versos que sirvan
como reflexiones mañaneras
para los jubilados que les gusta
mandar cosas por WhatsApp a las seis de la mañana,
y como indirectas para publicar
en X o stories de Instagram
cuando alguien te gusta o no lo querés cerca.
Juro ir a ciclos de poesía
y leer el poema que una vez escribí
hablando de la profundidad que sentí
aquella noche de juntada con amigos
donde entre porro y porro
mientras contemplaba la hermosura de
la luna llena entendí el sentido
la vida, al final, es un instante.
Juro llegar a esa conclusión siempre.
Ah, juro también parecer fumado
aunque no fume nada
y cagarme de hambre
aunque todavía no sea
tan grande para cagarme.
Juro con Gloria
porque Sonia me dijo que llega tarde al acto
¿hay algún problema?