Queridos compatriotas, hoy les traigo una verdad indiscutible: el futuro de nuestro querido país no solo está asegurado, ¡está en mis manos! Y es que, en estos tiempos de incertidumbre, lo único que necesitamos es una dirección clara… o quizás dos, dependiendo de cómo sople el viento.
Uruguay está en una encrucijada histórica. O avanzamos hacia un futuro glorioso de unidad, justicia y libertad, o, bueno, hacemos lo que mejor sabemos hacer: improvisar sobre la marcha. Y para eso, yo soy su mejor opción. Mi partido, el Sovetskiy Conservo Liberto Federal, representa todo lo que ustedes quieren… aunque ni yo mismo estoy seguro de qué es exactamente. Pero eso es lo bonito de la política, ¿no? Ofrecer de todo un poco, para que nadie se quede con las manos vacías, ni con la cabeza muy llena.
El otro día, mientras paseaba por las calles de Montevideo, me detuve a reflexionar sobre los grandes desafíos que enfrenta nuestra sociedad. Reflexionar es importante, aunque no siempre sepa sobre qué estoy reflexionando. Y llegué a una conclusión irrefutable: la clave del éxito está en hacer grandes promesas vacías, para que cada uno las llene con lo que quiera. ¿Suena sencillo? ¡Exacto! Eso es liderazgo moderno.
Mis propuestas son claras. Pero para que queden aún más claras, aquí les dejo algunas:
- Educación flexible y reformada: Nuestro sistema educativo necesita más dinamismo. Queremos un sistema que sea como un chicle: estirado, modificado y, al final, pegado en donde sea. ¿Quién no ha sentido alguna vez que estudiar está sobrevalorado? Pues bien, yo propongo menos contenido y más espíritu, para que los estudiantes salgan de las aulas sintiéndose como verdaderos genios… aunque no sepan qué hacer con esa genialidad.
- Economía en ascenso, pero con algo de realismo: Claro, la economía crece… o al menos eso nos dicen. Pero también es cierto que la plata no alcanza. Mi plan es simple: haremos que la economía «parezca» mejor, aunque en realidad siga igual. Si todos nos convencemos de que estamos bien, ¡estaremos bien! ¿O acaso no han escuchado que la actitud lo es todo?
- Seguridad nacional garantizada: Soy un firme defensor de la seguridad… cuando me conviene. Propongo un sistema de vigilancia intermitente. Un día seremos estrictos, al otro día, bueno, ya veremos. Así, los delincuentes no sabrán qué esperar y eso los mantendrá siempre alerta. ¡La imprevisibilidad es nuestra mejor arma!
En resumen, compatriotas, el futuro de Uruguay es brillante… o al menos brillante si lo miramos desde cierto ángulo y bajo buena luz. Lo importante es que estamos en movimiento, aunque no sepamos hacia dónde.
Recuerden, con Juan Sovetskiy Federales, tendrán la flexibilidad y la improvisación que este país necesita. Vamos por más. O por menos. Todo depende de cómo lo vean. ¡Viva Uruguay!»