
Cuando suene el botón, Uruguay ya estará enlatado
Anoche soñé que alguien apretaba el botón. No uno cualquiera, no. El Botón Ese rojo, brillante, al que todo presidente con ego atómico sueña con tocar como si fuera el punto G del Apocalipsis. Y lo curioso del sueño no era la explosión, sino el silencio. Ese instante helado en el que el mundo deja…